¿Sientes una pereza increíble frente a la idea de estudiar ciertos temarios durante la preparación de tus oposiciones de Educación Física? ¿Te pones mil y una excusa antes que aprenderte las páginas de legislación? Ordenar el armario, limpiar la habitación, sacar la basura… hay días que cualquier cosa que normalmente no quieres hacer, te resulta mucho más atractivo que estudiar.
Si esto te pasa, este artículo está hecho para ti. Hoy voy a compartir contigo las claves para alcanzar tus objetivos de estudio los días que no tengas ni pizca de ganas de estudiar.
Es más, estos consejos no solo te van a servir para estudiar tus oposiciones, sino que podrás aplicarlo al resto de aspectos de tu vida. Se trata de una metodología que yo mismo sigo y aplico en mi vida aquellos días que el ánimo o la motivación no acompañan.
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¿Se puede estudiar cuando no hay motivación?
Sé lo que estás pensando… Cuando ya llevas cierto tiempo preparando unas oposiciones, la motivación no es la misma que cuando empezaste. Los primeros días seguro que te lanzabas a devorar los temas de Historia de la Educación Física, o de Aprendizaje y Desarrollo Motor sin problemas. Sin embargo, pasan los meses… la “magia” se esfuma, y la desgana se empieza a apoderar de ti.
¡Mucho cuidado! En este punto es cuando muchos de los opositores fracasan en su cometido. Es un punto muy crítico en tu proceso de preparación, ya que es aquí cuando te situas en uno de estos dos grupos: aquellos que superan las dificultades y siguen peleando, o aquellos que caen en el desánimo y empiezan a procrastinar, sentenciando la preparación de sus oposiciones de Educación Física.
Piensa que todo lo que hacemos aquí, en oposicioneseducacionfisica.es, forma parte de una estrategia diseñada para que tu aprobado, sea una consecuencia directa de tu esfuerzo. Pero, si durante el proceso caes constantemente en las consecuencias de la desmotivación, el aprobado será inalcanzable. ¿Es posible estudiar y prepararse para aprobar las oposiciones de Educación Física, los días que no te apetece estudiar? Sí, siempre que sepas cómo. Por eso es tan importante que leas este artículo, ya que llevar a la práctica los consejos que te daré te ayudará a ponerte en marcha con tus oposiciones independientemente del nivel de motivación que tengas.
Así que, si quieres crear un hábito de estudio sólido, imposible de derribar por la pereza y la desgana, toma nota de los tips que te muestro a continuación.
Cómo preparar tus oposiciones de Educación Física cuando no tienes ganas de estudiar
Este es el método que puedes seguir para estudiar esos días en los que prefieres hacer el cambio de ropa del armario a sentarte a estudiar para tus oposiciones de Educación Física:
1. Limita la duración de tu sesión de estudio
Esto es lo primero que debes hacer cuando empiezas a ver que no vas a tener un día demasiado productivo, porque la desgana asoma por la puerta de tu habitación. Si te sientes frustrado o abrumado durante una sesión de estudio, es difícil quedarse sentado cuando sabes que aún te quedas dos horas más. Sin embargo, si solo te quedan 15 minutos para tu próximo descanso, ves el mundo con otros ojos.
Todas las demás técnicas y consejos que te daré tendrán mucho menos éxito si no limitas el tiempo de tu sesión. Para esos días en los que no hay motivación, falta concentración y sobra la desgana, acorta los tiempos de estudio a 30 minutos, seguidos de un breve descanso. Después vuelve a la carga. ¡Pruébalo y verás cuán efectivo se vuelve tu estudio!
2. No te centres en los resultados
Los días que no te sientes con ganas de estudiar, no son los mejores para evaluar ni medir tu progreso durante la preparación de tus oposiciones. No exijas mejoras en estas sesiones. ¡Solo llévalas a cabo! Ese debe ser tu objetivo, y continúa así hasta que se agote el tiempo.
Si cometes el error de juzgar tu progreso cuando estás frustrado, llegarás a conclusiones negativas poco realistas.
Hoy no te preocupes por los resultados. Los resultados llegarán lentamente, pero llevan tiempo. Por ahora, solo concéntrate en terminar tu tiempo marcado de estudio.
3. Toma un momento para ti
Aunque pueda parecer un tópico, te recomiendo que antes de cada sesión te tomes un rato para ti. Puedes meditar, tomarte una taza de ti, no hacer nada… o puedes cerrar los ojos y recordarte, por ejemplo:
- Verdades sobre estudiar (por ejemplo: cuanto mayor sea el desafío, más aprenderemos)
- Por qué lo están haciendo (el objetivo del estudio)
- Citas que te inspiren.
Recuérdalos antes de cada sesión y cada vez que te atasques. No es que produzca milagros, pero sí hará que empieces cada sesión con la mentalidad adecuada para afrontar el estudio.
4. Acepta las emociones negativas
Cuando la negatividad te abrume, debes aceptarla. Si puedes hacer eso, disminuirá su control sobre ti. Sentirás menos y no te verás tan condicionado por esas emociones.
Tener sentimientos negativos no puede pararlizarte. Acéptalos y déjelos ser.
5. Varía tu entorno de estudio
Una de mis técnicas favoritas es variar mi entorno de estudio. En otras palabras, elige una ubicación de estudio diferente. No sigas aprendiendo temarios para tus oposiciones en el mismo lugar de siempre día tras día.
No es solo un método excelente para vencer la tristeza del estudio: alternar la habitación donde estudias mejorará la retención de la memoria.
6. Levanta de la silla y sal a caminar/correr
Cuando estás luchando contra la frustración, empiezas a sentir toda esa energía en tu cuerpo. ¡Necesitas quemarla para pensar con mayor claridad!
Si te has grabado a ti mismo leyendo los temas de tus oposiciones puede ser un buen momento para escucharlos. Pasea mientras sigues estudiando. Tu cerebro se oxigenerá y cuando vuelvas a la silla estarás mucho más por la labor.
8. Solo sal fuera
Si sientes la necesidad de desahogarte, ¿por qué no sales un rato?. Es bueno respirar un poco de aire fresco.
Aprovecha los descansos entre las sesiones de estudio para salir al balcón y dejar que el sol te de en la cara. Además de que la luz solar te ayudará a sentirte más despierto y mejorará tu estado de ánimo gracias a la producción de serotonina, te despejará la cabeza y te ayudará a volver al estudio.
9. Pequeñas recompensas
¿Cómo haces que un niño haga algo que no le gusta? Exacto, mediante recompensas. Y aunque tú ya no eres un niño… también te ayudarán a motivarte cuando más lo necesitas.
Recompénsate por completar tu tiempo de estudio. La recompensa puede ser ver tu serie de Netflix favorita, pasar un rato con un buen amigo, o lo que quieras.
Por supuesto, todos los consejos que te ofrezco debes adaptarlos y contextualizarlos a ti y tus circunstancias. En ocasiones el cuerpo y la mente simplemente te piden parar, ¿y por qué no hacerles caso? Si buscas un método de estudio adaptado a tus necesidades y tus circunstancias, deja que te ayude y te guíe en el camino. Ponte en contacto conmigo hoy mismo y trazaremos juntos un plan para que alcances el aprobado en tus oposiciones de Educación Física.