Es posiblemente una de las dudas más habituales entre los opositores de Educación Física: ¿Cuántas horas debo estudiar para aprobar las oposiciones?

Y como dice la canción: ¡Todo depende! Y depende de varios factores. Desde la personalidad que tengas, al entorno que te rodee, el tiempo del que dispongas… No todo depende de uno mismo. No es lo mismo poder dedicarte única y exclusivamente a estudiar una oposición de Educación Física, que estudiar mientras trabajas. El esfuerzo, el trabajo, y el cansancio del día a día lo pueden hacer más duro, pero no imposible ni mucho menos.

Pero volvamos la pregunta… ¿Cuántas horas hay que estudiar para aprobar las oposiciones de Educación Física? Vamos a profundizar un poco más sobre este tema.

El gran enigma: ¿Estoy estudiando lo suficiente?

Merece la pena dejar claro que no existe una fórmula mágica que permita aprobar una oposición. Estudiar un número determinado de horas al día o aplicar técnicas de estudio te ayudarán muchísimo a prepararte los temas, pero no garantizan el aprobado en una oposición. Esto es así porque cada persona tiene unas habilidades y una capacidad de retención de contenido diferente y, la técnica que a una persona le funciona a la perfección, a ti puede no funcionarte para nada.

Partiendo de ese punto, es fundamental no compararse con otros opositores. Compararnos con otro, solo produce frustración y angustia si no alcanzamos el mismo nivel de resultados. Y además, en la misma relación con otros compañeros opositores, debemos evitar dejarnos influir ante comentarios negativos que puedan buscar reducir nuestra motivación.

Muchas veces es inevitable estar preocupado por nuestra familia, la pareja, la salud o el aspecto económico. Todos estos factores nos afectan y, a la larga, pueden terminar repercutiendo sobre nuestra concentración, la cual afectará a nuestro buen rendimiento en el estudio. Trabajar sobre la gestión de nuestras emociones puede ser algo indispensable para conseguir el equilibrio perfecto que requiere el estudio.

Organiza tus horas de estudio para la oposición de Educación Física

Una vez que tenemos claro que cada estudiante debe seguir la fórmula de estudio que mejor le funcione, llega el momento de ser realistas y organizar un plan de estudio real y a medida de nuestras circunstancias. Si eres alguien que trabaja a media jornada, o tienes hijos en casa, probablemente no podrás dedicar as mismas horas que una persona con todo el día para él. Por tanto, antes empezar a estudiar, hay que tener en cuenta los siguientes factores:

• Tiempo del que dispones. Hay que analizar con objetividad cuanto tiempo puedes estudiar al día. Marcar un ritmo de estudio de diez horas diarias cuando tenemos que ir a trabajar o tenemos otras responsabilidades solo nos generará ansiedad y frustración al no cumplir los objetivos. Porque son objetivos poco realistas y nada acordes con tus posibilidades.
• Tu hábito de estudio. Empezar a estudiar unas oposiciones tras terminar una carrera la universitaria es diferente a empezar a estudiar tras de años sin hacerlo. Una vez más, ve de poco en poco y adapta tu plan de estudio a tus circunstancias, ya irás haciendo cambios a medida que adquieras el hábito de estudio.

Teniendo en cuenta estos factores, podrás planificar mucho mejor tu rutina. Decidir cuántas horas estudiarás al día es solo el primer paso a la hora de crear una rutina de estudio diaria que sea efectiva para ti. ¿Qué más puedes hacer? Te sigo contando.

Preparar un horario realista

Cuando delimitas el tiempo que puedes destinar a la preparación de las oposiciones, toca repartir esas horas en el día. Por ejemplo, si decides estudiar 6 horas diarias, no puedes tratar de hacerlas del tirón sin descansos de ningún tipo, ya que, para empezar, no será ni realista ni sano ese ritmo un medio o largo plazo. Hay que intercalar el estudio con descansos.

Una opción es seguir el método Pomodoro, donde generas tiempos de estudio de  bloques de 25-30 minutos y descansos de 5-10 minutos.

Aunque estos descansos puedan alargar el tiempo que tenemos que pasar con los temarios, la preparación de supuestos, de legislación, la programación y unidades o la exposición oral, nuestra mente logrará respirar cada cierto tiempo para asimilar todo lo que estamos aprendiendo a lo largo del día. Estudiar muchas horas seguidas puede reducir nuestra productividad y dificultar la retención y memorización de toda la información.

Es importantísimo poder desconectar física y mentalmente del estudio para no caer en la fatiga y no empeorar la calidad de nuestro estudio.

Ser constante 

Ahora que tienes claras tus horas de estudio y preparación, y cómo intercalar descansos entre ellas, es importante mantener una constancia. Mantener un mismo horario a largo plazo te permitirá crear un hábito de estudio al que adaptarte y con el que cada vez te sentirás más cómodo.

También es importante mantener la norma de estudiar de forma diaria, y por supuesto, tratar de coger un día de descanso a la semana (el domingo podría ser un buen día) que nos permita relajarnos, desconectar y hacer planes con amigos o familiares.

La importancia de las horas en tu oposición

Tras años de experiencia sé que hay alumnos que dedican 8 horas cada día a estudiar y, sin embargo, 3 o 4 de ellas son totalmente improductivas, ya que están distraídos, miran el móvil, las redes sociales, se levantan cada 2×3, realizando descansos demasiado largos, etc.

Por eso, te animo a que si no eres capaz de mantenerte concentrado tanto tiempo, seas más práctico: destina 4-5 horas al estudio diario y durante ese tiempo ve a por todas con pequeños descansos. También hay alumnos que prefieren aprovechar entre semana estudiando 6-7 horas cada día y descansar el fin de semana. Pero esto depende (de nuevo) mucho de ti y tus circunstancias. Lo importante, no es el tiempo, sino la calidad de ese tiempo. ¡Que cada minuto sea lo más productivo posible!

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